Esa era la proclama que lucían en sus pancartas los integrantes de la Iglesia Cristiana Evangélica Betel este sábado. Reunidos en el Parque Grande de Zaragoza, los fieles de esta congregación sacaron sus trajes de gala, encendieron la música, y montaron una buena fiesta. Sus métodos de adoración son mucho más terrenales que los católicos, aunque mucha gente que pasaba por el lugar se preguntaba si eran fanáticos religiosos o gente con ganas de diversión.

Como puede verse en la imagen, la asistencia era más que notable. ¿Hasta qué punto podrían llegar a tener protagonismo en la vida pública aragonesa? ¿Es éste un fenómeno ligado a la inmigración o se alimenta de otros cauces? ¿Habrá que tener presente a este sector de ahora en adelante? Hace unos años, desde luego, ya demostraron que querían tener su propio espacio.

Como puede verse en la imagen, la asistencia era más que notable. ¿Hasta qué punto podrían llegar a tener protagonismo en la vida pública aragonesa? ¿Es éste un fenómeno ligado a la inmigración o se alimenta de otros cauces? ¿Habrá que tener presente a este sector de ahora en adelante? Hace unos años, desde luego, ya demostraron que querían tener su propio espacio.
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